Cuando hablamos de competitividad es importante la
conceptualización, ya que nos permite ampliar y profundizar en el tema.
En este sentido es pertinente la interiorización de
estos conceptos de acuerdo con Porter (1980):
Competitividad: El Informe Global de
Competitividad define la competitividad como “la capacidad que tiene un país
para lograr altas tasas de crecimiento, por lo que es necesario desarrollar un
clima económico, político y social que le permita incrementar la productividad
de sus factores de producción” (Plan Nacional de la Competitividad).
Para Michael Porter la competitividad se vincula
a la capacidad de conseguir el bienestar y por lo tanto está determinada por el
nivel de productividad con la que una nación, región o clúster, utilizan sus
recursos naturales, humanos y de capital.
Entornos competitivos: Es también conocido como la
estructura del mercado, es el sistema dinámico en el que la empresa compite.
Contextos globales: La globalización es un fenómeno
mundial caracterizado por la multiplicidad de factores, es una realidad
inevitablemente que impacta a las organizaciones que se desarrollar globalmente
y también aquellas que se desempeñan en lo local, implica la
internacionalización de la economía de las naciones y la formación de centros
de decisiones extra y supranacionales.
Ventaja competitiva: Michael E. Porter denomina ventaja
competitiva al valor que una empresa es capaz de crear para sus clientes, en
forma de precios menores que los de los competidores para beneficios
equivalentes o por la previsión de productos diferenciados cuyos ingresos
superan a los costes. Para Porter, el valor es la cantidad que los compradores
están dispuestos a pagar por lo que la empresa les proporciona. Una empresa es
lucrativa si el valor.
Ventaja adaptativa: dentro del modelo de la
ventaja adaptativa la primera fase es la más importante y relevante en la
búsqueda de describir la cultura de una organización. Puesto que, siguiendo la
Teoría del Doctor Méndez y el modelo de gestión de conocimiento propuesto por
Nonka (SECI), el diseño del cuestionario para la medición del clima laboral y
descripción de la cultura organizacional entendiendo estos dos aspectos como
los lineamientos para redirigir los sistemas, es decir, hallar los puntos
críticos con el objetivo de generar mayor dinámica para la transformación
cultural de las organizaciones. Luego, lo anterior se debe entender como la
adaptabilidad de los sistemas en entornos complejos.
Redes productivas: Pretende explicar a muy grandes
rasgos el funcionamiento de una manera o tipo de economía: Producción,
Distribución, Intercambio, Consumo, Ahorro y Reinversión de Excedentes; lo cual
partiendo del contexto local pueda establecer un entramado de redes mediante
las cuales se pueda materializar las esferas antes indicadas de este tipo o
forma de economía.
Cadenas productivas: Es el conjunto de operaciones
planificadas de transformación de unos determinados factores o insumos en
bienes o servicios mediante la aplicación de un procedimiento tecnológico.
Después de esta breve revisión teórica, podemos entrar
a reflexionar acerca de
Afirmaba Porter (1980),
que la competitividad está determinada por la productividad, definida como el
valor del producto generado por una unidad de trabajo o de capital. Para hablar
de competitividad, continúa Porter, habría que irse a la empresa, y al sector,
e identificar cuáles son los factores que determinan que las empresas generen
valor añadido y que ese valor se venda en el mercado, y si realmente esos
factores son sostenibles en el mediano y largo plazo.
Por su parte, Galán y Vecino,
(1997), señalan que la competitividad de la empresa está determinada por tres
tipos de factores o fuentes: los relativos al país donde la empresa se ubica
(efecto país o efecto territorio), los derivados del sector al que pertenece
(efecto sector o efecto industria) y los que tienen su origen en la propia
empresa.
La competitividad empresarial
depende de tres tipos de actuaciones distintas:
• Las
realizadas al interior de la empresa en la búsqueda de eficiencia
organizativa y calidad en la producción.
• Las
llevadas a cabo con la red de proveedores y clientes que conforma la cadena
productiva a la que pertenece la empresa.
• Las
orientadas a construir un “entorno territorial” propicio para la incorporación
de innovaciones, asegurando básicamente el acceso a los servicios de apoyo a la
producción para el conjunto de empresas, en especial, las microempresas y
pequeñas y medianas empresas.
Teniendo como referencia los
autores, se entiende entonces la competitividad como la calidad del
ambiente de inversión y el aumento de la productividad en un medio de
estabilidad macroeconómica y de integración en la economía internacional.
En este sentido, si hablamos sobre
si se pueden lograr altos niveles de competitividad en los contextos globales,
debemos partir del hecho de que la competitividad hoy en día, con el concepto
de globalización de la economía, hace que cada vez las empresas estén más
llevadas a mejorar su productividad y mejoramiento en sus procesos para no
quedar atrás en la competencia no solo en sus países si no en esa parte de la
internacionalización de sus economías, además, este es el motor fundamental
para lograr posicionamiento en el mercado y garantizar sostenibilidad en el
mismo, por ende requisito necesario de toda organización es precisamente
incorporar estrategias de competitividad que garanticen la estabilidad y
equilibrio de la organización. Sin embargo, es de resaltar que “las empresas de
una nación deben pasar de competir sobre ventajas comparativas (bajo
costo de mano de obra o recursos naturales) a competir sobre ventajas
competitivas que surjan a partir de productos y procesos únicos” Esto
significa dejar de depender en forma excesiva de la mano de obra barata y
relativamente poco calificada como fuente de competitividad en favor de la
capacitación de los trabajadores y de un mayor esfuerzo en la introducción y la
difusión de innovaciones tecnológicas con el fin de incrementar la productividad
en el uso de los factores de producción.
Para más profundidad te
invitamos a revisar este interesante artículo de Iván Silva Lira:
Ahora bien, si hablamos de
competitividad en Colombia teniendo en cuenta la teoría, una forma de lograr
que las empresas colombianas sean competitivas en el entorno global con
justicia social se debe trabajar en forma conjunta el sector privado y público,
inicialmente las empresas esperan que el gobernó apoye la industria
implementando acuerdos arancelarios con diferentes países que contribuyan
aumentar la demando, con el fin de aumentar la capacidad instalada de las
empresas aumentando el empleo y mejorando la calidad de vida de las
colombianos. La educación también representa un elemento importante para lograr
empresas competitivas, las reformas en la educación y la fuente de financiación
para exceder a ella es un factor que el gobierno debe evaluar considerando que
las empresas necesitaron personal calificado para lograr productos innovadores.
Siempre se resalta que para
lograr empresas competitivas en un contexto internación se requiere un país
competitivo, esta afirmación es lógica considerando que las condiciones
políticas, económicas y legislativas de un país llevan al éxito o fracaso de la
industria, afectando las condiciones de vida de sus habitantes.
Un ejemplo claro
en nuestro País donde la falta de infraestructura vial genera sobrecostos en el
transporte a los exportaciones e importadores de bienes, el gobierno nacional
implemento las Alianzas Publica Privadas con el fin de mejorar la red vial del
País, este mecanismo de contratación permite aumentar las capacidad de
construcción de vías del estado de forma rápida y utilizando poca financiación
ya que los recursos los coloca el sector privado, gracias a esta estrategia las
empresa colombianas serán más competitivas.
Por otra parte es
conveniente el ajuste de las tarifas de los impuestos corporativos y los
procedimientos tributarios en Colombia continúan siendo considerablemente más altas
y engorrosos que el promedio mundial. A pesar de que Colombia ha avanzado
significativamente en materia de simplificación y acceso al sistema tributario
nacional, todavía hay mucho camino por recorrer. El sistema tributario
colombiano continúa generando distorsiones por concepto de tratos
preferenciales y sobrecargas tributarias.
En 1919, las naciones
signatarias del Tratado de Versailles crearon la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), reconociendo el hecho de que "existen condiciones de trabajo
que entrañan tal grado de injusticia, miseria y privaciones para gran número de
seres humanos, que el descontento causado constituye una amenaza para la paz y
armonía universales". Para hacer frente a este problema, la nueva
Organización estableció un sistema de normas internacionales del trabajo -
convenios y recomendaciones internacionales preparados por representantes de
los gobiernos, de los empleadores y de los trabajadores de todo el mundo- que
abarca todos los temas relacionados con el trabajo. Los fundadores de la OIT
reconocieron en 1919 que la economía global necesitaba reglas claras para
garantizar que el progreso económico estuviese en sintonía con la justicia
social, la prosperidad y la paz para todos.
En la actualidad, la OIT ha
desarrollado un amplio Programa de Trabajo Decente que asume muchos de
los mismos desafíos a los que tuvo que hacer frente en sus inicios. El Programa
del Trabajo Decente tiene como objetivo la consecución de un trabajo decente
para todos, a través de la promoción del diálogo social, de la protección
social y de la creación de empleo, así como del respeto de las normas
internacionales del trabajo. Estas normas se han incrementado en su número
hasta convertirse en un amplio sistema de instrumentos sobre el trabajo y la
política social, apoyado por un sistema de control concebido para encarar todos
los problemas que se presentan en su aplicación a escala nacional. Constituyen
el componente jurídico de la estrategia de la OIT para orientar la
globalización, promover el desarrollo sostenible, erradicar la pobreza y
garantizar que las personas puedan trabajar en condiciones de dignidad y
seguridad.
Colombia no es ajena al
proceso de globalización de todos los aspectos de la vida, entre ellos la
economía, el derecho, la cultura. Tal situación genera para los y las
trabajadoras nuevas restricciones, nuevos retos, aspectos positivos y negativos
que no pueden regularse con la tradicional normatividad de cada país, puesto
que la realidad actual superó el marco de la soberanía legislativa, razón por
la cual la convergencia de soluciones comunes y reiteradas de los aplicadores
del derecho, motiva la identificación de esas subreglas subyacentes para
elevarlas a la categoría de normas tipo principios. Esta tendencia de resolver
conflictos jurídicos laborales y de la seguridad social con fundamento en
principios, que no deja de causar resistencia, no es nueva ni exclusiva de
Colombia, sin embargo, se fortalece en todos los países de América Latina, en
tanto representa la justiciabilidad de los derechos sociales en contextos de
bienes escasos.
Al respecto,
expertos en el tema opinan:
El reto para la clase empresarial como prioridad
será la de internacionalizar los negocios y actividades hacia mercados
externos, donde los ingresos per cápita sean atractivos, donde exista demanda o
crearla, ya que el fuerte desarrollo del comercio y de los negocios
internacionales estará marcados dentro de una constante dinámica y cambios,
turbulencias económicas y deberá aprender a manejar y adaptarse a la
inestabilidad económica, inestabilidad financiera, continuos procesos de
innovación tecnológica, nuevos ordenes políticos, cambios en la competitividad
relativa y en la ventaja competitiva basada en la cadena del valor desarrollada
por M. Porter.